lunes, 1 de abril de 2013

Sueño

Mientras me voy recuperando de las turbulencias quirúrgicas en las que me he metido últimamente, aquí os dejo un relato que escribí hace 14 años, para que mi espíritu de alpinista enjaulado pueda manifestarse en desacuerdo con los momentos de parón lejos de las montañas.
Se trata de un sueño abstracto, una nebulosa opaca como la que ahora me rodea por estar lejos de mi medio natural. La alta montaña. 
Espero que os guste.

En Tejeda, Gran Canaria
2 de marzo de 1999

Esta noche he tenido una pesadilla  mientras dormía en mi cama de palets.
Llevo tiempo encantado con Trango, mi perro. 
Es un cachorrillo y pasamos mucho tiempo juntos. Últimamente me lo llevo a patear y sube o baja por cualquier sitio.

Lo que es un poco mas difícil es que, como en el sueño, el perro trepe al Urriellu.
Pues sí. El y yo escalamos la cara sur del Picu.
Voy justo detrás de el por si se cae. 
Le ayudo en varias ocasiones pero sube bien.
Justo al final de la escalada nos encontramos en un aparcamiento y grito:
¿Pero que hacen estos coches aquí arriba?
!Aquí nunca han subido los coches!
Alguien me dice:
!Hace tiempo que existe este parking!
!Apártate o te van a atropellar!
He estado muchos años fuera, lejos, y al volver todo ha cambiado.
Mi cara es de asombro, miedo y furia.
Cojo a Trango en mis brazos para protegerlo porque no está acostumbrado a los coches.
Entonces lloro y grito.
Estoy alucinando.
!Han profanado el Urriellu!  

Tengo dudas con el descenso.
No estoy seguro de poder destrepar por donde hemos subido. 
Hace tiempo que no escalo y además tendré que llevar a Trango en la mochila.
La gente se baja del coche y quedan sorprendidos con las vistas.
Justo en la cumbre hay un coche aparcado.
Por ahí salen los vehículos que llegan por un gran parking que hay en el interior del Naranjo. 
Decido tomar ese camino para el descenso, de lo contrario podría tener una caída durante el destrepe por la Sur.
No salgo de mi asombro. 
Es Increíble. 
El Interior de la roca del picu está vació. 
Han hecho un gran túnel dentro y una carretera asfaltada de fuerte pendiente asciende en espiral.
Todo es enorme y está muy iluminado.
Alguien me ofrece bajarnos en su coche.
Le digo que no.
Iremos a pie.
Estoy tremendamente triste.
 

Cumbre del Teide con su sombra piramidal a la derecha. Le llaman San Borondón


4 comentarios:

  1. Madre mía qué sueño!! al despertar tuviste que flipar...jej y ¿qué te ha pasado?
    A mejorarse, un saludo!!

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  2. Eche de menos en la cumbre del Teide a Tango a tu lado...necesitas un perro Iñaky!!!
    Recuperate pronto!!
    :)
    Un abrazo
    Elsi

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  3. Jur, jur la cumbre del teide, lugar magico y de olor penetrante, sobre todo en la mente, todavia lo recuerdo y eso que subi alli arriba en el 92, Buen sueño y buen relato.

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  4. Solo decirte: que las emociones son el lenguaje universal que debemos escuchar siempre, nos demuestra quienes somos. ¡ Esta claro lo que tienes dentro !. Un beso TQM

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